sábado, 3 de octubre de 2009

Surgido de las divisiones inferiores de Platense, tuvo la posibilidad de su vida al pasar en la temporada 1993/94 al River que dirigía Daniel Passarella. Claro que teniendo delante a Sergio Goycoechea (volvía esa temporada de Paraguay) y el uruguayo Javier Zeoli, las posibilidades de jugar fueron nulas.
Tras ser parte de ese plantel que se quedó con el Apertura 2003 con apenas el 63 por ciento de los puntos en disputa –record de ineficacia para un campeón argentino-, pegó la vuelta al calamar, donde Luis Blanco lo utilizó en 17 encuentros, pero al final de la temporada es dejado libre junto a Diego Bustos, Ramiro Catillo y Adrián Gallego.
Bajó una categoría y se sumó a Godoy Cruz de Mendoza donde apenas jugó en siete partidos pero compartió secretos con el 1 de la selección local, Diego Pozo.
Para la campaña 1996/97 se sumó a Brown de Arrecifes donde fue compañero de Ceferino Díaz y logró el ascenso a la B Nacional junto a San Martín de Mendoza.
De hecho fue el conjunto chacarero quien confió en sus condiciones y se lo llevó en 1998 y donde logró atajar nada menos que 79 partidos hasta el 2002.
Volvió a Platense y con el equipo de Vicente López realizó una gran campaña quedando segundos del Grupo B del torneo Clausura de la B Nacional (Gimnasia de Entre Ríos fue primero con la misma cantidad de puntos y apenas un gol a favor más) y no solo eso los dejó fuera del reducido por el segundo ascenso (el primero fue el del Olimpo de Alfaro) sino que encima descendieron a la Primera B por peor promedio general en un año en el que perdieron la categoría siete equipos.
Ahí se le abrió la posibilidad de volver a la elite ya que Olimpo lo contrató para su primera temporada en Primera División. Si bien el lugar debía pelearlo con el ‘flaco’ Vivaldo, tenía la fe intacta para quedarse con el puesto. “Es algo positivo porque me motiva aún más para seguir mejorando. Incluso, tenemos casi las mismas características. Estoy tranquilo, se lo que puedo dar y por algo este cuerpo técnico confió en mí. Y si tengo la suerte de arrancar jugando será una ventaja”, dijo en la previa al debut ante Arsenal.De hecho esa ventaja la tuvo porque Vivaldo venía de una operación (por rotura de los ligamentos cruzados de la rodilla izquierda) y recién iba a estar disponible a partir de la cuarta fecha del Apertura. Además, se habían solucionado los problemas de su habilitación (Platense estaba intervenido por la Justicia) que casi hacen debutar al juvenil Néstor Larrondo.
En su primer encuentro estuvo atento y no tuvo errores ni responsabilidad en el gol de Piersimone que finalmente decretó la derrota del aurinegro.
Ante Talleres tuvo que jugar con una molestia en su rodilla pero no tuvo demasiado trabajo contra los delanteros del conjunto cordobés.
Su último encuentro como titular fue en la 3ª jornada en la derrota ante Independiente en Avellaneda donde se comió tres goles. "En el segundo tiempo tuvimos una falla en una pelota parada, Insúa cabeceó solo y el partido cambió para nosotros. Salimos a buscarlo, pero los planes cambiaron. Nos desordenamos, Independiente metió el tercero y nos quedamos con las manos vacías cuando no lo esperábamos", le decía a La Nueva.
Volvió a defender los tres palos en la anteúltima fecha del Apertura en la derrota por 2 a 1 ante River en el Monumental ya que Vivaldo en un choque con Celso Ayala sufrió un golpe en la rótula por lo que debió salir a los 36 minutos con el resultado 0-2. El ‘facha’ solo tuvo que esforzarse para sacar un tiro de Andrés D'Alessandro ya que luego no fue nuevamente exigido.
Si bien en enero del 2003 Víctor Riggio se lo quiso llevar junto al ‘cachorro’ Abaurre al Espoli de Ecuador que dirigía, se quedó y en el Clausura comió banco en todas las fechas ya que el ‘flaco’ no dejó el arco en los 19 encuentros.
La temporada siguiente se sumó a Arsenal de Sarandí donde fue suplente de Alejandro Limia y por eso volvió a la B Nacional buscando jugar cuando se incorporó a Gimnasia de Jujuy donde disputó los 40 encuentros del conjunto jujeño y logró el ascenso al ganarle la final a Huracán.
Siguió atajando en esa categoría representando a Chacarita (2005-2006) donde en 38 encuentros apenas le marcaron 27 goles y bajó una categoría más para defender el arco de Atlético Tucumán en el Argentino A donde sus intervenciones no fueron de las mejores en los once encuentros que disputó.
Con 36 años, para la 2007/08 se sumó a Los Andes donde jugó 32 de los 39 partidos (otro ascenso más) y la siguiente temporada se sumó a Comunicaciones, donde volvió a compartir vestuarios con Ricardo Pérez, a quien conoció en el aurinegro. Debutó el 23 de agosto del 2008 en el empate 0 a 0 frente a Colegiales y se dio el lujo que pocos arqueros se dan. En un encuentro que perdían 1 a 0 ante Deportivo Español, fue a buscar al área rival en el último minuto y logró el agónico empate. Actualmente, lejos de pensar en colgar los guantes, sigue defendiendo el arco del cartero.

TRAYECTORIA

1992-1993 Platense (Primera División) (8 partidos)
1993-1994 River (Primera División)(0 partidos)
1994-1995 Platense (Primera División)(17 partidos)
1995-1996 Godoy Cruz (B Nacional)(7 partidos)
1996-1997 Brown de Arrecifes (Argentino A)
1998-2001 San Martín de Mendoza (B Nacional)(79 partidos)
2002 Platense (Primera División)
2002-2003 Olimpo de Bahía Blanca (Primera División)(4 partidos)
2003-2004 Arsenal (Primera División)(0 partidos)
2004-2005 Gimnasia de Jujuy (B Nacional)(40 partidos)
2005-2006 Chacarita Juniors (B Nacional)(38 partidos)
2006-2007 Atlético Tucumán (Argentino A) (11 partidos)
2007-2008 Los Andes (Primera B)(32 partidos)
2008-2009 Comunicaciones (Primera B)

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