martes, 13 de octubre de 2009

El otro día, viendo el partido entre Godoy Cruz y Boca, cuando llegó el polémico empate de los de Basile que a duras penas lograban hilvanar una jugada, al ver que quien pitaba no era otro que Rafael Furchi, no pude más que recordar aquel encuentro con Newell’s.
Como hinchas de Olimpo bien sabemos que los árbitros nos han cagado más de una vez y deben ser contadas con los dedos de una mano las que nos vimos favorecidos.
Pero aquella tarde fue distinto. Algo andaba mal. Algo olía mal. O todo. Era casi evidente que aquel designado a impartir justicia estaba completamente empecinado en que no rescatemos ni un punto.

Tan grande fue ese crimen -dirán que no murió nadie, pero yo digo que esa tarde el pito mató el fútbol antes de darle chance de que pudiera nacer- que en un hecho quizás inédito, la gente de Newell's espero varios minutos la salida de los players aurinegros y los despidió con una ovación, después de silbar estruendosamente a sus propios jugadores, que les habían dado (injustamente) una victoria, cortando una racha adversa de seis encuentros, contra ocho jugadores que la pelearon como pudieron... y que encima casi empatan con el cabezazo de Aguirre sobre el final.
"La gente de Ñuls se comportó muy bien, vio que lo que pasaba era una injusticia y por eso aplaudió al equipo. A la gente no se la puede engañar, al fútbol tampoco se le puede mentir como pasó esta tarde", dijo en su momento Falcioni a La Capital.
Todo arrancó con un claro penal a Carrario que no cobró y siguió con tres expulsiones polémicas. Puede decirse que la del ‘pininito’ Mas está bien porque fue por protestar, pero a esa altura ¿se le puede pedir cordura a un jugador? Lo raro es que no hayan sido más los que se fueron a las duchas. El partido claramente se le había ido de las manos.
Me sentí robado y muy lastimado. El sábado a la noche, en el hotel, nosotros habíamos tenido un rumor. En ese momento lo agarramos con pinzas, pero después de un arbitraje así, te quedás pensando”, dijo Silvio Carrario en declaraciones a Radio La Red.
Lo que superó todo fue cuando lejos de ver la falta contra el Tweety, en la jugada siguiente mandó a las duchas al turbina González porque “a Manso no se lo puede tocar”, según lo que el cara con manija este le dijo a los visitantes antes de comenzar el partido.
"Hemos tenido problemas con Pompei, en Bahía; con Guerra, con Sánchez que nos metió adentro del arco. Esto es un problema de la AFA, este es un problema viejo. Nadie quiere ir a Bahía, todos se quejan, todos tiene muchos gastos y bueno, la forma de complicarnos es esta. Cada día es más claro", denunciaba también Pelusa.
"¿Hasta cuándo nos van a perjudicar?, ya basta muchachos, si nos decían, ni siquiera nos presentábamos en el campeonato. No entiendo más nada", expresó Fram Pacheco apenas dejó la cancha.
Nos venían expulsando jugadores, dos de ellos en las dos jornadas anteriores (ante Estudiantes -12ª- Laspada y ante Racing -13ª- Novaresse), no nos daban penales claros... pero luego de esta abominación made in Furchi –ya antes, una vez le rajó tres a Quilmes contra River-, la cosa (léase los arbitrajes) por suerte se normalizó. Se produjo un click y las cosas empezaron a cambiar.
"Lo que hizo este hombre fue una aberración", disparó el por entonces entrenador de Olimpo y agregó "A Furchi simplemente le dije que si yo perdía mi trabajo iba a ir a su casa, a hablar hombre a hombre, lejos de una cancha de fútbol". Clarito.
Varias veces se pidió que este buen hombre (?) dirigiera algún partido a Bahía pero desde la AFA nunca lo designaron. Obviamente no fue la última vez que este impresentable nos cagó a nosotros o a otros, pero me quedan muchas dudas de que alguna vez lo haya hecho tan alevosamente como ese domingo 27 de octubre del 2002.
"Me voy caliente y por el esfuerzo que hicimos, merecíamos llevarnos algo de acá. ¿El árbitro?, mejor critíquenlo ustedes. Nosotros demasiado que lo tuvimos que sufrir durante casi todo el partido. Es muy fuerte el derecho que nos están haciendo pagar", explicó Darío Marra.

¿Qué hubiera pasado si en vez de Olimpo el rival era otro? ¿Y sí otro era el árbitro? Meras especulaciones para un abuso que quedó impune, con el autor del crimen en libertad condicional… de seguir desprestigiando al referato argentino.

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