jueves, 25 de junio de 2009

Uno de los tantos uruguayos con paso olvidable por Olimpo es sin dudas Máximo Lucas. Si bien él se definió como "un jugador aguerrido, fuerte en la marca y de buen juego aéreo”, su representante, Flavio Perchman, en su web lo ve de una manera diferente: “Gran defensa! Con cualidades técnicas, destacándose en quites limpios sin utilizar la violencia física”. Sin palabras.
Nacido el 28 de enero de 1979 en Montevideo, tras un paso por la selección juvenil cuando tenía 17 años, llegó a la primera de Danubio dos años después, luego de hacer todas las inferiores en el equipo de la curva, con el que debutó ante Huracán Buceo con una victoria.
En julio de 2002, llegó a despedirse de sus compañeros por un pase a préstamos de un año a Los Jaguares de Chiapas, lo que Lucas reconoció que fue una sorpresa para él. "Solo se que ascendió a Primera División y que es un equipo que tiene serias aspiraciones”, señaló.
"Se hablaba mucho de un pase al comienzo de cada temporada y últimamente había una posibilidad de Brasil. Pero supe esperar y hoy se me dio la oportunidad de ir a un fútbol muy competitivo así que me siento muy contento con este paso profesional", comentó en ese momento, aunque fue solo humo ya que el pase finalmente no se realizó.
Finalmente el 2002 lo siguió viendo en su país con el equipo de la franja, con el que disputó la Copa Sudamericana y el Apertura 2002, en el que disputó los nueve encuentros consagrándose campeón del mismo.
Quizás eso abrió los ojos del chileno Manuel Pellegrino que lo pidió especialmente para su River Plate que necesitaba dar un golpe de efecto ante la reciente consagración de los xeneizes en la Libertadores del 2003. Si bien su debut se dio disputando el primer superclásico de ese año jugado en Mendoza, el aguerrido zaguero sólo fue inscripto en la Copa Libertadores en la que jugó tres partidos de manera poco convincente.
Pese a ser diestro, en el Tecos mexicano supo llevar la 3 en la espalda y arrancó con 18 encuentros en el Apertura 2003 en los que vio dos veces la rojas (contra Pumas y San Luis). En el Clausura 2004 jugó otros 17 partidos con un gol al Veracruz y 2 expulsiones más (San Luis y Pachuca). Finalmente, en el Apertura 2004, disputó otros diez encuentros, con los que cerró su periplo por tierras aztecas. En total, 45 partidos, 2 goles y 4 expulsiones.
En enero de 2005, por recomendación de Pellegrini arribó a Santiago con la convicción de convertirse en un aporte para la zaga de Universidad de Chile. "Espero que el equipo ande bien, que tengamos una buena presencia en Copa Libertadores y ojalá ser campeones en Chile", dijo en su momento.
Sin embargo, su aporte fueron actuaciones intermitentes y ante su bajo rendimiento –erró uno de los penales que dejó su equipo fuera de la lucha por el Apertura ante Unión Española- el entrenador Héctor Pinto lo hizo comer banco. "Se pudo haber aguantado un poco más, porque veníamos ganando, al menos cuando estaba jugando y se pudo mantener un poco más la titularidad. Pero cada técnico hace lo que le parece y uno tiene que respetar", señaló.
"El jugador quiere jugar sea donde sea, por eso en junio se analizará la situación y lo mejor para mí es estar jugando", sostuvo. Por eso ante el pedido de Omar Labruna, no tuvo dudas en sumarse al plantel aurinegro para julio del 2005 donde disputó 16 encuentros y fue partícipe del descenso tras perder la Promoción ante Belgrano de Córdoba.
Pese a decir que se quedaba a dirigir a Olimpo en el ascenso, el recordado Labruna se llevó al uruguayo con él para la temporada 2006/07 cuando arregló con el Deportivo Cali colombiano, donde el morocho pelado tampoco logró convencer con sus actuaciones.
En julio del 2007, retornó a tierras charrúas para incorporarse al Liverpool FC
Donde lleva 26 partidos y dos goles (a Progreso y Peñarol de cabeza) en los tres torneos que lleva con la casaca neroazzurra.
Finalmente, no cansado de hacer las valijas, en julio del 2008 sonó fuerte para sumarse al Motagua de Honduras para disputar el torneo Apertura y la Copa Sudamericana, aunque finalmente se quedó tomando mates en su tierra y repartiendo de lo lindo con los Negros de la Cuchilla.

1 comment

Anónimo dijo...

Si él hubiese entrenado duro antes de debutar en Danubio en 1999 y mejorar su juego él pudiese jugar el Mundial de 2002 en reemplazo del fracasado de Joe Bizera y también la Copa América de 2004 para consolidarse.

4 de junio de 2020, 19:43

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